El nuevo consenso: cerrar el proceso
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Los presidentes de los partidos oficialistas, que adhieren a la opción “en contra” de la propuesta constitucional, firmaron una declaración conjunta asegurando no estar disponibles para un tercer proceso constituyente y prometiendo abocarse a las materias de seguridad, migración y economía. Al respecto, es claro que el objetivo de la declaración es neutralizar la campaña de la opción “a favor”, basada en la necesidad de cerrar el proceso constitucional.
Llama la atención que las campañas de ambas opciones en el plebiscito del próximo 17 de diciembre descansan sobre el mismo diagnóstico: el agotamiento del electorado con el proceso constitucional y la necesidad de avanzar en políticas públicas que se hagan cargo de las urgencias sociales y económicas. Lo anterior parece revertir los resultados del plebiscito de entrada al primer proceso constitucional, en que ganó la opción por iniciar dicho proceso con un 78% de apoyo electoral.
El criterio decisorio del plebiscito de diciembre será qué opción ofrece mayores posibilidades de cerrar definitivamente el proceso constitucional.
La consecuencia lógica de esta coincidencia de diagnóstico es que el criterio decisorio del plebiscito de diciembre será qué opción ofrece mayores posibilidades de cerrar definitivamente el proceso constitucional. Por eso varios líderes de los partidos de oposición, que adhieren a la opción “a favor”, cuestionaron la credibilidad de la declaración de los partidos oficialistas.
Este debate olvida que la propuesta constitucional en discusión aborda muchos problemas institucionales que requieren un cambio constitucional, como la modernización del Estado o la reforma al sistema político. Se trata de materias que pueden parecer lejanas a las necesidades más inmediatas de las personas, pero que son indispensables para el debate y la implementación de buenas políticas públicas.
En consecuencia, la pregunta no es sólo qué opción del plebiscito cierra de mejor manera el proceso constitucional, sino también qué camino aborda mejor las reformas institucionales indispensables para que las políticas públicas vuelvan a estar en el foco de la discusión nacional.